Robledillo, quizás por su situación aislada, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura serrana de la comarca. Esta pintoresca localidad que mantiene su trazado desde la Edad Media es un mapa deshilachado lleno de pasadizos y corredores estrechos en los que las casas típicas se dan, además de sombra, la la mano con las de justo enfrente.
Se compone de grandes baluartes de pizarra, adobe y entramado, de muros ocres que ofrecen una tonalidad con la que se puede definir Robledillo. Y entre medias cuenta con bodegas y hasta un museo del aceite (No hay que olvidar que Sierra de Gata es tierra de almazaras), por lo que se puede decir que lo tiene todo.